jueves, 7 de agosto de 2008

Morales pide en el cierre de campaña revocar a neoliberales y "dictadores civiles"



La Paz, 7 ago (EFE).- El presidente de Bolivia, Evo Morales, cerró hoy, en su bastión de la ciudad de El Alto, la campaña para el referendo del próximo domingo con una llamada al voto para revocar al neoliberalismo y a los prefectos (gobernadores) opositores, a los que llamó "dictadores civiles".

En un multitudinario acto que empezó con varias horas de retraso, Morales volvió a denunciar que las dictaduras militares de los años 60 y 70 están siendo reemplazadas por las "dictaduras civiles" que, a su juicio, ejercen los prefectos opositores desde sus regiones.

Por ello, invitó a los bolivianos de todas las regiones a defender en el referendo revocatorio del domingo el voto y la democracia para que los neoliberales "sean derrotados".

También insistió en que lo que está en debate en esa consulta son dos modelos económicos: el neoliberal y privatizador que, en su opinión, propugnan sus opositores y el nacionalizador y redistribuidor de recursos que impulsa su Gobierno.
Más de cuatro millones de bolivianos están llamados a las urnas el domingo para ratificar o revocar el mandato del presidente Morales, de su vicepresidente Álvaro García Linera y de ocho de los nueve prefectos del país.
Esta consulta, que en principio se perfiló como una salida a la compleja crisis boliviana, se acerca en un clima de creciente confrontación política y social en el país que ha provocado el aumento de las protestas de los opositores a Morales y su Gobierno.

En las últimas 48 horas, el mandatario ha tenido que suspender su agenda prevista en las regiones de Tarija, Santa Cruz, Beni y Pando, todas ellas gobernadas por la oposición, por actos de protesta en los aeropuertos para impedir su llegada.
Ante esta situación, el Ejecutivo boliviano advirtió hoy de que el país está en el "umbral de un verdadero golpe de Estado contra el orden constitucional" y atribuyó ese plan a los prefectos opositores.
Por contra, la opositora alianza Poder Democrático y Social (Podemos, derecha) restó credibilidad a esa denuncia, que calificó de "cortina de humo" lanzada por el Gobierno.
Por su parte, las Fuerzas Armadas ratificaron su respeto al Gobierno de Morales y su subordinación a la Constitución Política del Estado, según dijo su comandante, el general Luis Trigo, quien recordó que la obligación de los ejércitos es dar "seguridad y estabilidad" al país.
En su discurso de cierre de campaña, Morales alabó a las Fuerzas Armadas por sumarse al proceso de cambio emprendido por su Gobierno y lamentó que en Bolivia aún haya grupos y familias que no aceptan la igualdad de derechos y deberes entre todos los ciudadanos.

Antes de Morales, intervino en el acto celebrado en El Alto, ciudad aledaña a La Paz y la más pobre del país, el vicepresidente García Linera, quien alertó de que la derecha boliviana intenta recuperarse "de manera desesperada" porque parece "que no ha sido suficiente su derrota" en los comicios de 2005.
García Linera invitó a los bolivianos a no caer en las provocaciones de la "derecha fascista" y garantizó que el próximo domingo vencerá de nuevo el proyecto de Morales.
El cierre de la campaña del revocatorio ha llegado con una huelga de hambre iniciada por los dirigentes cívicos del opositor departamento de Santa Cruz (oriente), a la que se ha sumado su prefecto, Rubén Costas, y los de Beni, Ernesto Suárez, y Pando, Leopoldo Fernández, todos ellos aliados en su demanda autonomista.
En las próximas horas tienen previsto unirse a la huelga la gobernadora de Chuquisaca, Savina Cuéllar, y el de Tarija, Mario Cossío.
El objeto de esta protesta es reclamar al Gobierno la devolución de la renta petrolera que antes recibían las regiones y que ahora es destinada a sufragar una ayuda a los ancianos, uno de los principales motivos de desavenencia entre los prefectos y Morales.

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